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A lo mejor sí estaban hechos para quererse, pero no por mucho tiempo.
Por qué
No quiero morir. Realmente, no quiero morir ni tampoco matarme y no comprendo por qué la gente suele entender eso cuando digo que quiero desaparecer. Y es que en verdad lo deseo.Desearía poder escapar del mundo y su crueldad, escapar del peso de la vida y responsabilidades, del equilibrio entre el bien y el mal, del dolor y todas estas cuestiones existenciales que carcomen mi cabeza... Escapar de todo hacia la nada, aunque sea por un momento... No me importa si implica mi inexistencia, sólo quiero sentir paz absoluta por un momento... No tener que pensar en lo que tengo que hacer mañana o para mi vida, porque luego solo logro pensar, ¿y de qué sirve eso? ¿De qué sirve hacer mi tarea? ¿De qué sirve estudiar una carrera? Si al fin y al cabo sólo somos polvo que se lleva el viento, si al final toda una vida es sólo un desperdicio al acabar... Toda la experiencia, todas las lágrimas y la felicidad ya no te servirán de nada cuando ya no existas... Y me da miedo eso. Me da miedo que un día todo esto va a acabarse y perderá su valor, porque realmente no logro encontrar el sentido a esto, y duele muchísimo porque incluso estás mismas palabras que yo escribo ahora se convertirán en nada junto a mí. ¿De qué sirve vivir ahora o morir? Es lo que realmente no comprendo, si de todas formas todo tiene que acabar, ¿por qué tenemos que sufrir durante toda nuestra vida si ya sabemos cómo finaliza? No hay un final feliz, ya no existe eso. Y no entiendo entonces por qué es que no quiero morir, si eso lo haría todo más fácil aún, simplemente no lo deseo... No lo pido. Aún cuando sé que probablemente tenga que lidiar con estos pensamientos y esta depresión por el resto de mis días. Me siento tan perdido.... 
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Emotional Anorexic.
El amanecer se acerca, oh desearía que estuvieras aquí,mientras me tiro y me acuesto en mi cama. Añoro tu tacto y te extraño demasiado y el silencio me ha desgarrado en fragmentos. Pero incluso en el anhelo, sigo sintiendo dientes de las garras venenosas de la miseria, cuando en tu perfección encuentro mi reflejo y allí dentro mis numerosos defectos. Cariño, no tengas miedo tú sabes que te amo con todo mi corazón. Por favor escúchame, no dejes que esos perversos pensamientos nos separen. Eres valiente y fuerte, yo soy tímido e incorrecto, eres un diamante y yo no soy más que carbón. Eres la luna y las estrellas, yo soy ceniza y alquitrán, eres un ruiseñor, yo soy un topo. Cariño, no pienses así, estos son los demonios que muerden tu alma. Por favor, regresa conmigo, estás perdiendo la cabeza y estás fuera de control. Bueno, esta es mi maldición y continúa poniéndose peor mientras no pueda mantener acorralados estos malos pensamientos. Así que me quejaré y gritaré y lloraré en el teléfono hasta finalmente poder dejarte atrás. Y entonces conduciré con mi desinflado orgulloso y la calidez de la sangre en mi zapato, hasta que una fea vieja cicatriz y una guitarra rota sean todo lo que me recuerden a ti.
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No sé por qué pensé que esta vez sería diferente. Por qué realmente llegué a creer plenamente en que eras ese milagro, ese regalo del cielo por el que había deseado cada noche. Ahora sólo comienzo a plantearme si en realidad me querés o si lo que a vos te gusta es en realidad esa imagen ideal que te habías hecho de mí. Esa imagen de alguien especial, que destacaba del resto, que era alguien incomprendido que necesitaba de alguien que lo entendiera, pero era un reto hacerlo. Y vos creías que podías. Vos podías. Pero cómo ibas a poder hacerlo si cada vez que te necesitaba te enojabas porque a mí me cuesta hablar y sólo procedías a ignorarme. Si aún viéndome y sabiendo que necesitaba a alguien no hacías más que seguir con tus cosas. También teniendo en cuenta el hecho de que si alguien más, si ella te daba las mismas respuestas que yo eras incluso más amable. Pero me querías a mí, no a ella. ¿Cómo eso podía ser? Todo este tiempo sólo he querido a alguien que supiera comprenderme, eso sí es verdad. Y no considero que sea algo realmente fácil porque a veces a mí misma me frustra el sólo intentarlo y no lograrlo. Pero tampoco es tan difícil, creo. No pido realmente mucho. Sólo a alguien que se preocupe siempre por mí. Que esté para mí siempre, en los buenos y en los malos momentos. Alguien que realmente quiera y esté dispuesto a hacerme feliz. Alguien que me quiera. Sólo un poco de amor verdadero, sólo eso es en realidad. Quizá sea culpa mía por no poder entender las distintas maneras que tienen las personas para amar. O tal vez es que no soy una persona fácil para hacerlo. Y a veces llego a pensar si realmente algún día en mi vida llegará alguna persona que cumplirá con todas las cosas que los demás dijeron que harían pero nunca lo hicieron. Quisiera que esa persona fueses vos, en verdad. Pero en este momento ya no estoy tan segura de ese hecho.
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Quiero ver sangre. Quiero ver mi brazo teñido con franjas rojas que sé que no se curarán mañana. Y entonces ya nada más va a importar, ni nada más va a sentirse tan mal. Porque ni siquiera voy a tener que sentir. No voy a tener que despertar escuchando a mi hermano llorar porque su novia odia su vida y a todos ni a mi madre quejarse de lo miserable que es su vida gracias a todos nosotros y que estaría mucho mejor si nadie estuviera con ella. Sólo quiero alejarme. Quiero estar lejos de cada persona en este patético e hipócrita mundo. Encontrarme sola entre los destierros de mi soledad y ser nada más que yo, y que eso esté bien para mí. Porque no necesito a alguien que me diga qué puedo hacer y que no, ni alguien que se preocupe por mí sólo de a ratos. No necesito estar pendiente de personas en las cuales no sumo ni resto en sus vidas. No necesito a nadie más que a mí. E incluso aunque sea tan infeliz, aunque me sienta tan miserable e innecesaria en este trágico mundo, no puedo evitar querer sobrevivir. Quiero vivir. Quiero sangrar. Quiero sentir que estoy en el borde del mundo y que la adrenalina fluye por mi cuerpo. Tan sólo quiero creer que al final del horizonte hay algo esperándome cada día, y que con cada paso que doy estoy un poquito más cerca de encontrármelo. Un Gran Quizá. Eso es lo que quiero. Que por fin todos estos años de monotonía y depresión no hayan sido tan en vano y aparezca algo que me salve por completo. Como en las películas y libros. Quiero creer que hay algo más allá, algo que nos está observando en el cielo. Quiero creer que para cada uno hay una estrella que nos cuida y sueña con el día de por encontrarse con nosotros. Porque yo sueño con ella, sueño cada noche de mi vida conque por fin llegará el día en que la tendré frente a mí y todo en este aburrido mundo cobrará sentido de una vez. Solamente me gustaría poder volver a creer que si uno realmente desea algo, el Universo puede hacerlo real. Que quizá los cuentos de hadas no sean tan mentira como los adultos lo ven, y que los milagros pueden aparecer cuando menos te lo esperas. Sólo un poco de magia. Eso es lo que quiero. Algo que me haga volver a tener esperanza en que este mundo no es tan malo como las personas me quieren hacer verlo. Que los atardeceres son algo mucho más que un color que te quitan trozos de a poquito. Y que las noches de insomnio guardan algo más que los secretos y verdades que no quiero que nadie sepa, pero ruego porque alguien las descubra.
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Quizá después de la tormenta, sólo hay más tormenta. Porque algunas cosas jamás terminan, como los amaneceres después de haber querido no despertar nunca más o como las puestas de sol cuando horas atrás deseaste que alguien se quedara un poquito más y te besara esa cicatriz que tiene la forma de sus labios. Y lo único que termine a tu lado es la soledad misma que ha sido fiel a ti.
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Hablemos.
 ❝ Creí que todo era perfecto, que jamás tendría un final. No, sí sabía que un día todo se acabaría, pero no quería creer que ese día podía estar frente a mis ojos. ❞ Puedo recordar los viejos buenos tiempos, cuando tú y yo solíamos escondernos. Cuando las estrellas brillaban, o el sol cegaba nuestros ojos. Sí, llenaste mi vaso con promesas que nunca podrían perdurar. Pero aún sigo encontrando piezas tuyas en el fondo de mi mente. Y todas las cosas que una vez dijimos, no están en mi corazón, están en mi cabeza. Ese fue el momento de decir adiós, dejémoslo descansar, sí, deja que muera. Porque nosotros, nosotros no necesitamos hablar de esto ahora. Ya hemos pasado por esta carretera antes, eso fue entonces y esto es ahora. Las multitudes en mi corazón gritaban tu nombre, ahora simplemente no lo siento igual. Supongo que se acabó, sí, hemos terminado. Oí que seguiste tu camino hacia el centro de la ciudad, por el lugar donde suelo merodear. Buscaba tu rostro entre todas las personas, pero intentando mantener mi cabeza baja. Con el tiempo nuestros cables se cruzaron, bueno, tú cambiaste y la verdad se perdió. Todas las que cambiaría si tan sólo pudiéramos retroceder. Fuiste un momento en la vida que viene y se va. Un acertijo, una rima que nadie conoce, un cambio del corazón, un giro del destino. Imposible de arreglar, es demasiado tarde. Porque nosotros, nosotros no necesitamos hablar de esto ahora. Ya hemos pasado por esta carretera antes, eso fue entonces y esto es ahora. Las multitudes en mi corazón gritaban tu nombre, ahora simplemente no lo siento igual. Supongo que se acabó, sí, hemos terminado. Etiquetas: kodaline, música, talk
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Ahora que ya no estás, comencé a creer que tal vez los deseos y milagros no existan realmente.
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